Con un fuerte halo mágico prosigue la andadura del Grupo Folclórico Verode. La presentación de este séptimo elepé “Coplas” deja de nuevo reflejada la línea del grupo, sin desvió, sin notas descafeinadas, manteniendo la meta trazada en iniciada en 1977, que no es otra que la investigación y el rescate de los temas musicales olvidados por los pueblos.
García Lorca entendió la esperanza como la actitud de creer y vivir, y pienso mente de Jaime hamad, director desde hace quince años, se ha mantenido este criterio, con la creencia de que la música debe estar presente en todas las manifestaciones culturales de las islas y con la idea de dejar una profunda huella cultural en las generaciones futuras.
El don de saber transmitir el pasado musical, es una cualidad extraña que poseen muy pocos grupos folclóricos.
En este elepé se combina la poesía con la música, la palabra de Isabel medina en el “Campesino de mi tierra”, con la melodía de Francisco Tarajano en la “Estrella de la mar”, que dan paso a los marcados ritmos majoreros, a un Santo Domingo en versión popular i a la mezcla de estribillos populares de la isla del Hierro, con letra compuesta por el propio grupo. Verode no olvida a los más pequeños en la “Polca de Don Garo”, en una versión diferente en la que se ha sabido reflejar la implantación que ha tenido este ritmo centroeuropeo en Fuerteventura.En este viaje con sonido propio, Verode se dispone s un nuevo deber poético con el sello particular del arduo trabajo, donde los días no están perdidos en la búsqueda de nuestras raíces más escondidas.

Ana Julia Velasco